Albuñuelas – Calderas

Albuñuelas está situado al oeste del Valle de Lecrín, se encuentra inmerso en la sierra que recibe el mismo nombre que la localidad, con una extensión aproximada de 14.000 hectáreas. Está considerado el “Pulmón del Valle”. Lugar privilegiado por sus enclaves, donde el visitante podrá contemplar admirables vistas, así como, pasear por un bosque de pinos y olivos centenarios, arrullados constantemente por el rumor que producen un sinfín de manantiales y arroyos, que, junto al río Santo, forman un verdadero paraíso acuífero.

Naturaleza y agua dan vida a las distintas especies de animales (zorzales, perdices, mirlos, conejos, jabalíes, ciervos, cabras monteses, palomas torcaz,) y plantas (especies silvestres, aromáticas y medicinales) que pueblan este paraje.

En Las Calderas y el Sequero se obtenía un alquitrán a partir de la resina del pino, y también la miera, sustancia antiséptica para el ganado, destilada del enebro. Se trata de dos enormes calderos sobre sendas cámaras de combustión, que se alimentarían probablemente con las aulagas que pueblan la zona, de alto poder calorífico. Desde los hornos, dos canalizos llevaban el producto al caldero. Por encima de los hornos hay una casilla y, a la derecha, un arroyo se abre paso.